Reconozcámoslo, nos encantan los juguetitos electrónicos. Nos encanta sentir su peso en la mano,utilizarlo, explorar todas y cada una de sus posibilidades. Si por nosotros fuera, los tendríamos todos, ¿verdad que sí?
Claro que sí, todos y cada uno de los gadgets que han salido al mercado.

Por desgracia, los recursos (
mardito parné que por su culpita...) son limitados, de modo que hay pensarse mucho hacer según que compras.
Y es que, leñe, el iPad cuesta una pasta gansa.
¿Seguro que lo necesitamos? El iPad a análisis después del salto...